Cenas, regalos, luces, música.
Alegría obligada a pesar de que uno no tenga para comer, regalar, ni siquiera
para poder pagar el recibo de la luz, entre otros. Espíritu navideño, buen
rollo a raudales aunque el resto del año uno sea un hijo de la gran puta y tome
decisiones que lleven a la ruina o a la misma antesala de la muerte a cientos o
miles de personas. Afortunadamente, esta en el lado bueno y disfrutará de unos
días de asueto a costa de los pobres infelices que siguen depositando su dinero
en el banco.
Hoy va a una fiesta de su equipo
preferido. Aprovechará para mantener los contactos necesarios para que los
“negocios” funcionen. <<Estas fiestas están para eso>> piensa.
Por encima de él, no muy lejos se
dibuja una bonita imagen sobre una mira. Su antiguo jefe hablando con un pez
gordo de la banca. Realiza su trabajo y el objetivo cae. Decide darse un
capricho extra. <<Estas navidades habrá un hijo de puta menos>> piensa.
Antes y quizás su hijo no hubiera
sido desahuciado, antes y quizás esta navidad cenarían en familia. Mientras
desaparece, con el sonido de las sirenas al fondo, sonríe mientras piensa <<Feliz
Navidad>>.
Juan Luis Galán Olmedo
Me gusta aunque me pierdo un poco en el penúltimo párrafo. ¿Cambia el sujeto de la historia a mitad del relato?, es que no estoy seguro si estoy entendiéndolo mal. Si es así, me gusta mucho la idea aunque me genera un poco de confusión.
ResponderEliminarSea como sea, el tono del relato me gusta. Un abrazo Juan Luis y... "feliz navidad" ;)
Tienes razón, cambia el sujeto de la historia. Sé que es un poco confuso, pero no quería cambiar el ritmo. El penúltimo párrafo hace de intermediario. Dos visiones, una delante, y otra detrás, de la mira.
EliminarUn abrazo.