<<-Y ahora sólo puedo decir: adiós amor, adiós.>> Esas palabras retumbaban en su cabeza como un deseo de que hubieran sido reales, de qué él se las hubiera dicho; por desgracia para ella sólo era producto de su imaginación.No encontraba ninguna excusa que le aliviara.
Aparentaba treinta y pico años. Días antes discutía a voces con su novio por teléfono donde minutos previos todo eran arrumacos mutuos; todo el vagón del metro escuchaba. Tonterías: "no me cuidas", "no me mimas", "no haces nada por mí", "no estas conmigo"... Él al otro lado pidiéndole que dejara de gritarle; salía de trabajar, llevaba más de 10 horas currando, iba en el coche.
Ella gritaba sin vergüenza, sin pudor; sentada como corresponde a su avanzado estado. Ruido. Gritos al otro lado de la línea. La conversación acabó bruscamente. Ya nunca más discutirían. Se hizo el silencio.
T.T por dios que historia más triste, deberíamos vigilar más las cosas que decimos y como las decimos, porque quizá sea la última vez que las digamos... muy muy triste y a la vez muy real
ResponderEliminarbessos
Me ha salido triste, sí. Sin duda es importante como nos dirigimos a los demás, lo que les decimos principalmente.
EliminarBesos
Corta. Directa. Un final que sorprende y que no espera. Hay despedidas eternas.
ResponderEliminarun saludo
Ya alguien me dijo una vez ;-p, que no había necesidad de alargarse si con poquito puedes contar lo mismo. Me alegra que te haya sorprendido.
EliminarBesos.
Un estado avanzado, y el estado de las cosas de repente ni avanzó ni retrocedió, permaneció en ese punto en que se detuvo. El Metro, la gente, el ruído, nada puede apagar ese silencio, de una cría.
ResponderEliminarUn abrazo crack!
*Aun estoy buscando las diferencias :-)
Esas cosas suceden de la manera menos esperada y en el sitio menos oportuno.
EliminarUn abrazo.
Una historia que seguramente se haya producido en la realidad en más de una ocasión por muy triste que parezca. Impresiona al leerla. Me gusta.
ResponderEliminarUn abrazo.
P.D.: Tal vez sirva este relato para una campaña de la DGT... ;)
No lo pensé, pero imagino que la realidad puede superar la fición facilmente (Desgraciadamente en este caso). Si impresiona es que conseguí transmitirlo bien. Gracias.
EliminarUn abrazo.
Muy triste! La importancia de hacer los momentos con los que amamos más bonitos, porque nunca sabemos cuando será el último. ¡Un beso!
ResponderEliminarToda la razón.
EliminarBesos.
Brutal. El relato es eso: Brutal. Ese nudo en la garganta con el final... ¡Excelente! Me recuerda mi frase típica: Carpe Diem... Gran trabajo
ResponderEliminarMe alegro que te guste y gracias.
EliminarUn abrazo.